2008-10-15

Orlú '08

Todo comenzó con una guía que compró Ivan en Barrabes donde aparecia una pirámide de granito en el Pirineo francés. Muchos metros equipados con parabolt y un bonito lugar donde pasar una semanita.


Y así fue: nuestros hermanos mayores pasaron a recogernos por Rodellar y emprendimos la marcha. La primera parada fue en Benasque. La idea era presentarnos a la mismísima Salenques, cresta que sube al Aneto y que requiere unas cuantas horas de actividad. Pero la suerte no estaba de nuestro lado. En solo media hora de pateo me salieron las ampollas más grandes del mundo mundial debido al roce de las malditas botas de montaña. Todo el verano en chanclas por Rodellar me ha dejado el callo flojo y esas botas últimamente no las he usado mucho.


Con este proyecto tirado por los suelos pusimos rumbo a Orlu a ver si teníamos más suerte. Este paraje se encuentra a unos 30km de Pas de la Casa y esconde un parking en medio de un frondoso bosque con su río helado correspondiente todo ello vigilado desde lo alto por la Dent d’Orlu. Ese era nuestro nuevo objetivo.


El primer día fuimos a la zona de los bordillos a familiarizarnos con el granito y la placa tumbada. Después de una empinada aproximación nos plantamos en la base de la pared. Ya nos habían avisado unos catalanes de unos desprendimientos que había habido por la zona aunque no esperábamos encontrar una parte de la ladera arrasada por los grandes bloques que debieron caer. Debían tener el tamaño de un autobús.


Intentando evitar esa precaria zona, estuvimos probando vías de 2 o 3 largos para ver como nos manejábamos. Tuvimos que apretar más de lo que pensábamos en los V+ de granito. La lluvia llegó puntual a su cita de las 6 de la tarde y no pilló en el último rapel, así que vuelta a la furgo.


El día siguiente cambiamos el casco y la doble cuerda por la colchoneta y nos fuimos a buscar una zona de bloques que sabíamos que andaba por allí. Después de dar unas cuantas vueltas y unas llamadas telefónicas dimos con el sector. Nos subimos a unos cuantos bolos pero de nuevo la lluvia hizo acto de presencia y decidimos hacer un poco de turismo.


Esto nos llevó a Ax des Thermes. Un pueblo cercano a Orlú en el que descubrimos el por qué de su nombre. Una fuente llenaba una terma a 76º donde la gente se sentaba a remojar los pies y los niños algo más que los pies. Nosotros no fuimos menos; una lavadita de pies, una caña a precio de oro y a la furgo.


A la mañana siguiente atacamos la Dent por dos vías diferentes en dos cordadas. Unos 11 largos que nos dejaban en la cumbre sorteando techos y diedros cortados a cuchillo y con alguna que otra placa de pura adherencia. Por fin estábamos en la cumbre!


Para rematar la faena nos volvimos a pasar por la zona de bloque para apretar lo que no pudimos el día anterior por la lluvia.


Cuando los tendones nos dijeron ¡basta!, recogimos los bártulos y emprendimos el camino de vuelta a casa. Ya llevábamos encima muchos kilómetros y muchos días de hippismo aunque no nos hubiese importado seguir un mesecito más.


Un abrazo y buenas escaladas.


Fotos de Orlu


3 comentarios:

Anónimo dijo...

muy chulas las fotos, jeje, con que otro mesecito no os hubiese importado, joer... no pedimos nada!!!despues de todo el verano por ahi... un abrazo a los 4 mosqueteros. maria

jop dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
jop dijo...

que digo que aqui se acaba la saga del verano, y menudo añito para acabar haciendo ergometria bicho